Inmolación del Cap. FAP José Abelardo Quiñones Gonzales y aniversario de la Fuerza Aérea del Peru (parte 2)

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Problemas limítrofes

En 1940, nuestra frontera norte entró en alerta. Ecuador atacó las posiciones fronterizas peruanas alegando una supuesta agresión del Perú. El problema fronterizo se remontaba a la época colonial y luego, continuó durante el proceso de Independencia. La propuesta de delimitación que planteaba un país era rechazada por el otro, es así que hubo un continuo proceso de discusión.

Fracasados los intentos diplomáticos, los ejércitos de ambos países se movilizaron. El conflicto desencadenó enfrentamientos terrestres, marítimos y aéreos que alcanzaron su punto más álgido en julio de 1941. Desde enero de ese año, Quiñones era teniente del Cuerpo Aeronáutico del Perú y estaba destacado en la Base Aérea de Chiclayo, en ese contexto le encargaron diversas misiones de reconocimiento en el mismo teatro de operaciones y teatro de guerra; de esta manera logró tomar fotografías aéreas del frente ecuatoriano,  que sirvieron para detectar una gran concentración de tropas enemigas en la zona de combate. Se logró conocer que el valiente José Abelardo tuvo ocasión de entablar combate con una embarcación de la armada ecuatoriana, es una acción donde ataca al barco ecuatoriano Atahualpa, según los registros ecuatorianos lo resaltan mucho, como parte de la guerra de 1941.

Carta a Odría

A través de conversaciones y correspondencia con sus compañeros de armas José Abelardo Quiñones siempre demostró preocupación e interés por el estado material de nuestras aeronaves de combate. Quiñones conocía las debilidades de alguna de nuestras aeronaves como eran los aviones Caproni 114 que lo iban a relevar, para su opinión no tenían las condiciones óptimas como un avión de ataque. El 13 de julio de 1941 le escribió una carta al entonces Jefe de la Primera División de Ejército, el Comandante Manuel Odria, quien luego sería presidente de la República. En ella, le solicitaba expresamente ser enviado al campo de batalla, a la zona más riesgosa, mostrando así su deseo de servir a la patria. Esta es la carta que la dirigió a Odría:

“Habiendo recibido la orden de regresar a Chiclayo y ser asignados material de pobre rendimiento, atrévome a dirigir la presente, conociendo su reconocida hombría y patriotismo, para sugerirle y rogarle encarecidamente que me solicite para servir directamente bajo sus órdenes en el avión moderno que tripulo, rogándole que disculpe la forma de dirigirme a usted y esperando que interprete el deseo ardiente de un oficial subalterno de servir a su patria, despídome respetuoso”,  Tumbes 13 de julio de 1941 

Teniente José Abelardo Quiñones

Él escribe a Odría diciéndole que quería estar allá bajo sus órdenes para combatir al enemigo, es  una carta bastante personal pues se ofrecía voluntario para combatir en el frente. Solo diez días después de haber escrito esta carta Quiñones moriría en combate. Es un acto que para todos los peruanos nos llena de orgullo, básicamente puro amor por la patria.

 Momento cumbre en la vida de Quiñones

Quiñones estaba sirviendo en el Grupo Aéreo N° 6 en Chiclayo, de ahí es nombrado como miembro de una escuadrilla que se va de destacamento para realizar las operaciones aéreas en la zona de Quebrada Seca. Se acercaba el momento cumbre en la vida de Quiñones, la acción que lo llevaría a la inmortalidad, a ser considerado el héroe máximo de la Fuerza Aérea Peruana.

El 23 de julio de 1941, como integrante de la 41 Escuadrilla conformante del 21 Escuadrón de Caza, y a bordo del avión norteamericano North America – 50,  José Abelardo Quiñones se dirigió a la posición ecuatoriana de Quebrada Seca. En esta arriesgada operación, en el momento cuando se encontraba haciendo un descenso para lanzar sus proyectiles, fue atacado por la artillería enemiga, su avión perdió toda posibilidad de combatir pero, lejos de salvarse y lanzarse en un paracaídas, enfiló su avión PANTERA sobre el adversario y acabó destruyéndola, se había cumplido la consigna de los aviadores militares: DERRIBADO PERO SOBRE  EL OBJETIVO,  así fue la inmolación de nuestro héroe José Abelardo Quiñones.

El ataque lo realizo contra un nido de ametralladoras, siendo alcanzado por los proyectiles, agonizante hace girar su avión, enfrenta el nido de ametralladoras enemigas y entrega su vida, tal como permanentemente manifestaba:

“Todo ser humano tiene en su camino su pedestal de héroe, el mérito consiste en que llegado ese momento, tenga el coraje suficiente para subir a él”.

José Abelardo Quiñones.

De acuerdo a lo que señalan los testigos de ambos países, y también del informe del Jefe del Estado Mayor, Quiñones teniendo averiada su aeronave en las zonas más vitales y pudiendo saltar con su paracaídas ya que estaba a una altura suficiente, hizo su acto heroico, se estrelló contra las baterías ecuatorianas.  La batalla de Zarumilla terminó con victoria peruana, avanzaron y ocuparon la provincia ecuatoriana de El Oro, el sacrificio de Quiñones no fue en vano, sus compañeros de armas alcanzaron el triunfo de manera categórica, los pilotos y paracaidistas del Cuerpo Aeronáutico del Perú jugaron un rol fundamental.

Cabe recordar que el 31 de julio de 1941, por primera vez en América tres paracaidistas toman una población, son tres paracaidistas peruanos que toman al asalto el Puerto Bolívar, siendo la primera vez que se daba un salto con tropa aerotransportada en esta parte del mundo; esta acción consolida la toma de un punto vital, definitivo para para garantizar esa parte del avance peruano. Esta acción fue saludada por muchos militares de otros países e incluso una felicitación hecha por el gobierno alemán en radio Berlín.

Tratado de Río de Janeiro

Gracias a la victoria de 1941 el Perú prácticamente podía definir la frontera con el Ecuador, la cual se sellaría en 1998. En enero de 1942 se firmó el tratado de Río de Janeiro con el auspicio de EE.UU., Brasil, Argentina y Chile. Los norteamericanos que ya participaban en la Segunda Guerra Mundial, estaban interesados en que se firme la paz; convocaron a todos los países de América justamente para apoyar el esfuerzo aliado para enfrentar al eje Alemania, Italia y Japón, en ese contexto cuando todas las naciones de América están reunidas, es que se invita y llama al Perú y Ecuador a firmar la paz para que regrese la tranquilidad a Sudamérica.

Autor: Coronel FAP (R) Luis Tume Díaz, docente facilitador de la Escuela Superior Conjunta de las Fuerzas Armadas.

Bibliografía

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