Inmolación del Cap. FAP José Abelardo Quiñones Gonzales y aniversario de la Fuerza Aérea del Peru (parte 1)

En este año 2023 se cumplen 109 años del nacimiento del gran héroe nacional de la aviación militar del Perú, Cap. FAP José Abelardo Quiñones Gonzales. Su breve pero luminosa vida empezó en el puerto chiclayano de Pimentel, el 22 de abril de 1914, terminando el 23 de julio de 1941, con solo 27 años, tras ofrecer su vida en defensa de nuestra patria durante la guerra con Ecuador en 1941.  Su heroico sacrificio es la cumbre de las glorias de la Fuerza Aérea del Perú, dejando la lección más transparente de entrega y amor por la Patria. Para la redacción del presente artículo –que se publica en tres partes- se ha realizado una investigación sobre reportajes de televisión, reportajes a la familia del héroe, análisis documentario y referencias a artículos previos.

José Abelardo fue un niño inquieto, le gustaba jugar con sus hermanos en la playa, su hermano mayor Salvador recuerda la fascinación que le producían ver volar y revolotear las aves del puerto, era un momento de impenetrable tranquilidad y misterio, su vocación la encontró a temprana edad cuando a los 6 años confeccionó una cometa con los colores rojo y blanco que hizo volar en su natal puerto de Pimentel, Chiclayo. Con el paso de los años, esta cometa se convertiría en el legendario avión acrobático, dominado por el audaz piloto, señor del espacio, quien con heroica decisión de sacrificio, lo convertiría en el momento culminante de su vida.

Colegio San José y Guadalupe

Sus primeros estudios primarios los realizo en Chiclayo en los colegios Juana Alarco de Dammert y San José.  El director del colegio San José de Chiclayo era el alemán Karl Weiss, quien siempre inculcó en sus alumnos la afición por la aeronáutica; fue el personaje que trajo a América los planeadores, tenía mucha afición no solo para enseñar a los estudiantes sino para animarlos a hacer labores referentes a la aeronáutica, llegando a construir tres planeadores para el plantel.

En aquellos tiempos la aeronáutica estaba en pleno auge, especialmente, luego de la Primera Guerra Mundial librada entre 1914 y 1918, en la que se utilizaron aviones sobre todo en misiones de reconocimiento y defensa,  ello no fue ajeno a las autoridades peruanas que empezaron a estimular el inicio de la aviación civil y militar.

Vemos como esos acontecimiento activan un gran entusiasmo por la aeronáutica nacional, esto debe haber influido mucho en la personalidad de Quiñones, la aeronáutica significa el cambio a la modernidad y también geográficamente hablando, significa la integración de un país tan diverso en la constitución de su territorio.

Al finalizar el año 1927 los padres de Quiñones decidieron enviarlo a Lima para estudiar la educación secundaria. Los dos primeros años  los realizó en el colegio La Recoleta, algunos profesores de La Recoleta habían participado como soldados aliados en la primera guerra mundial, en el patio del colegio existía una placa que recordaba el heroísmo de uno de estos combatientes, se cuenta que los alumnos del colegio observaban esta placa llenos de curiosidad y admiración, uno de esos adolescentes era por supuesto José Abelardo Quiñones.

Posteriormente, Quiñones estudio en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe, aquí destacó principalmente en los deportes. Cuentan sus amigos que era muy buen nadador, muy buen jugador de pelota vasca, de fútbol y de básquet, allí también conoció amigos con los que luego compartió su vocación por la aviación, muchos de estos, años más tarde, llegaron a ser cadetes del Cuerpo Aeronáutico del Perú. Se conoce por reportajes de su vida que compitió con equipos profesionales de españoles que venían a Lima, llegando a ganar inclusive muchos torneos. Quiñones concluyó la secundaria en 1927, para entonces ya tenía claro cuál sería su destino, quería convertirse en piloto de aviación como muchos otros jóvenes de su edad, lo entusiasmaba las constantes innovaciones que se desarrollaban en la naciente aeronáutica.

Vocación por la aviación e ingreso a la Escuela de Aviación

Al principio del siglo XX hubo un auge en la aviación a nivel mundial, en ese contexto, muchos peruanos destacaron y sirvieron de inspiración a jóvenes como José Abelardo Quiñones, entre estos pioneros podemos mencionar a Jorge Chávez,  Carlos Tenaud Pomar, el norteamericano residente en el Perú Elmer Faucett y por supuesto  Juan Bielovucic quien llegó a combatir por Francia en la Primera Guerra Mundial.

Quiñones encarna al prototipo de los jóvenes del comienzo de la primera mitad del siglo XX. Era un joven impetuoso, con ganas de servir a la patria, vivía una buena etapa económicamente hablando; en esa época la Fuerza Aérea se llamaba el Cuerpo Aeronáutico Nacional que emergía como una nueva arma, como un instituto, como un nuevo elemento de las Fuerzas Armadas del Perú.

En 1923, durante el gobierno de Augusto Leguía, se había creado el Centro de Aviación Militar de Las Palmas, en Surco, más tarde conocido como la Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea del Perú.

Contrariamente a los deseos de su familia que querían que se dedicase a la ingeniería, José Abelardo Quiñones quería ser aviador, por eso se presentó en febrero de 1935 a la Escuela Central de Aviación Jorge Chávez, e integró la promoción «Comandante CAP José Lucas Raguz Verán».  Siendo cadete del Cuerpo Aeronáutico del Perú, demostró disciplina y mucha habilidad para conducir su aeronave, se ganó el respeto y la admiración de sus compañeros; dicen sus “amigos de cuadra” que ellos vivían como hermanos, pasaban largas horas estudiando, haciendo deportes o preparándose para los desfiles.

En la Escuela Central de Aviación, junto a otros destacados pilotos, Quiñones integró la primera escuadrilla de alta acrobacia y destacó también como uno de los primeros paracaidistas peruanos, definitivamente su temperamento arriesgado y audaz lo impulsó a enfrentar nuevos retos.  Formó parte del primer grupo de paracaidistas que tuvo el país; él era un experto de acuerdo a las fuentes militares de la época.  Fue integrante del primer vuelo de paracaidismo colectivo en Sudamérica que se realizó en Arequipa y en Lima. Quiñones egresó de la Escuela Central de Aviación con el grado de Alférez de Aeronáutica el 21 de enero de 1939, se hizo acreedor al prestigioso premio ALA DE ORO  por ser el mejor Piloto de Caza de su promoción.

Vuelo rasante invertido

El famoso vuelo rasante invertido logrado por José Abelardo Quiñones, se produjo ante la asistencia del Presidente de la República de entonces Óscar Benavides, quien tuvo a su cargo la entrega de espadas a los cadetes durante la ceremonia de graduación. Quiñones, al mando de su nave el CAPRONI 113, hizo un vuelo de demostración, se calcula que estaba a un metro del suelo y eso fue lo que causó la gran impresión que llevan de él todos los aviadores de nuestra Fuerza Aérea, esta maniobra ganó la admiración del público, pero también se ganó una fuerte reprimenda por parte de las autoridades de la Escuela, lógicamente a los superiores en ese momento no les causó gracia pues pudo originar una desgracia, pero Quiñones lo hizo tan bien que una vez que aterrizó toda la multitud se acercó y lo levantó en hombros.

En el año 1939, mientras en Europa estallaba la Segunda Guerra Mundial, José Abelardo fue destacado a diversas bases aéreas como fue la de Ancón y la de Chiclayo, en ese mismo año el recién graduado oficial escribió un artículo llamado el “Caza en Alerta” publicado en la revista Aviación. En él, Quiñones dio muestras de su carácter intrépido y arriesgado, sobre todo de su anhelo de heroísmo.

Autor: Coronel FAP (R) Luis Tume Díaz, docente facilitador de la Escuela Superior Conjunta de las Fuerzas Armadas.

Bibliografía:

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