El rol del hombre, padre en la vida de sus hijos, es el encargo más importante que afrontará durante toda su existencia. Sus descendientes se reflejarán en sus acciones y presencia, en él reconocen al que los protegerá de cualquier peligro y los motivará a trabajar arduamente para cumplir cada uno de sus sueños.
Sin embargo, ser padre es más que eso, y, aunque existen muchos libros que lo intentan explicar, la paternidad, en concreto, es un aprendizaje en progreso.
La celebración del tercer domingo de junio se remonta al año 1910, cuando Sonora Smart, hija mayor de seis hermanos, solicitó se reconozca el sacrificio de los padres, proponiendo el día del cumpleaños de su propio padre. Ella se basó en su experiencia personal, al ver a su progenitor, un sargento en retiro del Ejército de los EE.UU., tejer con gran esfuerzo el lazo paternal con cada uno de sus hijos; aquel hombre había quedado viudo al nacer su último vástago. Henry Jackson Smart, el veterano de guerra, ejerció su paternidad de una manera excepcional. Se hizo cargo de Sonora y sus hermanos criándolos con buena educación, valores, alimentación balanceada, amor y muchas otras virtudes, formando así a sus hijos, como buenos ciudadanos, a pesar de carecer de la figura materna.
La iniciativa de Sonora obtuvo mucho entusiasmo y aprobación en distintas ciudades de Estados Unidos, pero fue hasta 1924 cuando el presidente Calvin Coolidge exhortó a sus connacionales la celebración del Día del Padre y así establecer una relación más íntima entre padres e hijos, lo cual ayudaría a imprimir en los padres los alcances de sus obligaciones. En el año 1966, el presidente Lyndon B. Johnson firmó en una resolución que el tercer domingo de junio debería ser el Día del Padre en Estados Unidos. Y finalmente, en 1972, el presidente Richard Nixon lo convirtió en Ley.
Es así que este reconocimiento a la paternidad responsable y amorosa quedo marcado en el calendario, el cual se extendió por todo el mundo.
Es necesario destacar que padre no es solo aquel que da la vida, es aquel hombre desprendido que da amor y acompaña en el camino, promoviendo el crecimiento integral de los menores a su cargo, para ser personas de bien en un futuro, y así reiniciar el ciclo de la vida, pues por efecto multiplicador, ellos también sabrán repartir ese ejemplo y amor a los suyos.
Tener un padre en la vida es una gran palanca de motivación. Encierra un significado muy amplio en el que prevalece las enseñanzas sobre la vida. La visión que tenemos del padre debe ser descrito con los mejores calificativos relacionados con el amor, sacrificio, deber, responsabilidad y apoyo constante a los hijos, reconociendo que este es un gran ejemplo de trabajo en equipo, pues junto con la persona con la que conforman una familia, debe formar el mejor dúo de lucha por el bien de ese pilar que han constituido.
No hay palabra ni pincel capaz de expresar el amor de un padre. Tan solo debemos de darle las gracias por habernos educado dentro del marco de los valores familiares y decirle ¡Te quiero, papá!
Ahora, entendamos al padre militar peruano, quien es también ciudadano de un estado democrático. A la par de su responsabilidad paternal, la conjuga con su vocación, pues ante todo, es un guerrero que viste el uniforme de las Fuerzas Armadas del Perú. Ha escogido dedicar su vida a defender la independencia, la soberanía, la integridad territorial de la República. Ha sido formado y educado militarme para servir a su patria con honestidad, veracidad, disciplina y lealtad. Por su honor, promete cumplir los deberes y obligaciones de su profesión militar con laboriosidad, integridad y responsabilidad; aun cuando esto signifique alejarlo físicamente de su hogar, se nutre del amor familiar para continuar con su servicio de entrega a la nación; pues es émulo del Coronel Francisco Bolognesi Cervantes, Miguel Grau y José Abelardo Quiñones.
En este día tan especial, queremos reafirmar que un padre es la persona que más respetamos y admiramos en el mundo. Cuando nos equivocamos nos ayuda; cuando sentimos dudas, nos aconseja y; siempre que lo llamamos, acude a nuestro lado. Al padre se le necesita, se le quiere y se le respeta durante la infancia, pero es de adulto cuando se le entiende, valora y comprende verdaderamente. ¡Gracias por todo papá!
Coronel EP José Alberto Mauricio Girón