En el tradicional distrito y puerto de Pimentel, jurisdicción de la provincia de Chiclayo, región Lambayeque, nació José Abelardo Quiñones Gonzales, según consta en el registro de nacimiento del Consejo Provincia de Chiclayo, siendo sus padres don José María Quiñones Arizola y doña María Juana Rosa Gonzales y Orrego, el 14 de abril de 1914 a las 05:45 horas, en momentos que en el mundo se iniciaba la primera guerra mundial y una era de avances y hazañas de la aeronáutica a nivel mundial.
José Abelardo fue el tercero de cuatro hermanos; durante sus primeros años vive con toda su familia en una parcela agrícola denominada “El Palmo”, en su primera infancia fue bastante pegado a su madre. Tuvo una niñez armónica, propia de su tiempo. Soñador, creativo y muy idealista, con una educación basada en los valores, pasaba largas horas observando el vuelo de las aves y su relación con la naturaleza en las hermosas playas norteñas de su natal Pimentel. En la actualidad, su domicilio familiar es la casa museo Quiñones.
Su etapa escolar la inició en 1920, en el colegio Juana Alarco de Dammert, Elemental y Mixto, donde destacó por sus habilidades personales y correcto manejo de sus emociones. En 1924 ingresó al Colegio Nacional San José de Chiclayo, donde también destacó por ser un aplicado alumno y, bajo la instrucción y conducción del alemán Dr. Karl Weiss Schereiber, tuvo la oportunidad de volar planeadores, iniciando de esta manera su vocación aeronáutica.
Tiempo después de estas anécdotas escolares en su tierra natal, sus padres decidieron trasladarse a la ciudad de Lima visionando una mejor educación para José Abelardo, por lo que, en 1928, continuó sus estudios académicos en el Colegio Sagrados Corazones de La Recoleta, obteniendo buenas calificaciones durante dos años, pero luego fue trasladado al Colegio Nuestra Señora de Guadalupe, y es aquí donde concluye sus estudios satisfactoriamente en 1933, acentuando su intensidad académica, rígida disciplina y su desarrollo deportivo, demostrando un alto interés en las materias de Historia del Perú, Geografía, Religión, además del deporte y dibujo.
Al finalizar sus estudios escolares, y muy seguro de su vocación aeronáutica, tuvo que convencer a su padre de su intención de convertirse en aviador militar, tal cual estaba escrito en su destino. Luego de convencer a su padre que le autorizase postular a la Escuela Central de Aeronáutica “Jorge Chávez”, ingresa el 5 de febrero de 1935, integrando la promoción “Comandante FAP José Lucas Raguz”. De esta manera inicia su carrera aeronáutica.
Entre voces de mando, trompetas, marchas, aulas, hangares y sonidos de motores fue convirtiéndose en un buen aviador militar y afianzando cada vez su vocación aeronáutica, realizando en esta etapa actividades de formación aeronáutica, vuelos, disciplina y físico-deportivo, junto a su formación de adoctrinamiento militar, formando su gran sentido de mística y amor a su patria.
También en esta etapa de su formación realizó su mayor hazaña aeronáutica, su primer vuelo “solo” en un avión Morane Saulnier M.S. 316, contando con únicamente 4 horas y 40 minutos de vuelo con un instructor en doble mando, lo cual es considerado un record histórico a la fecha, demostrando habilidad, destreza y pericia, haciéndole merecedor del “Ala de Oro” de su promoción y la calificación de piloto de caza. Se graduó el 21 de enero de 1939 con un total de 307 horas y 34 minutos.
A partir de esa fecha hace su paso por diferentes unidades, y luego regresa a la Base Aérea de Las Palmas para integrar la emblemática escuadrilla N° 41 perteneciente al XXI Escuadrón de caza.
En 1941 asciende al grado de Teniente de Aeronáutica y es nombrado a la Base Aérea de Chiclayo donde continua su entrenamiento en aviones de caza North American NA-50 –“Toritos”, luego es nombrado al Teatro de Operaciones del Norte donde se realizaban las operaciones militares frente al conflicto con Ecuador.
El miércoles 23 de julio de 1941 despegaron cuatro aeronaves NA-50 al mando del teniente Comandante Antonio Alberti; su misión era silenciar la artillería ecuatoriana que se encontraban en el puesto de Quebrada Seca. Al momento del ataque Quiñones vira su avión hacia el objetivo, pero es alcanzado por el fuego enemigo, el avión se enciende en llamas y Quiñones enrumba su aeronave hacia las baterías ecuatorianas cumpliendo la misión de silenciarlas, inmortalizándose con este heroico acto, pues aun cuando pudo salvarse haciendo uso de su paracaídas -ya que era un experto paracaidista- se dirigió hacia las baterías, y de esta manera, alzó vuelo hacia la gloria. Durante el planeamiento de la misión se inmortalizó la frase: “El aviador caído, pero sobre el objetivo”.
Posteriormente, el 10 de mayo de 1966 fue declarado “Héroe Nacional y Patrono de la Fuerza Aérea del Perú” por el Congreso de la República, acto que estuvo a cargo del Senador Coronel FAP Francisco Secada Vignetta, instructor de vuelos y amigo personal de Quiñones; el 18 de diciembre del 2007 por Ley N° 29160 le dieron la designación honorifica de “Gran General del Aire del Perú”.
Autor: Coronel FAP Ángel Daniel Ordaya Burneo
Referencia bibliográfica:
“Libro FAP del Bicentenario”
“José Abelardo Quiñones Gonzales: Biografía”