Este 29 de mayo se rinde un sincero homenaje al servidor público, en que se reconoce a los trabajadores del Estado, los derechos inherentes a su desempeño, teniendo como precedente la adopción de convenios suscritos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), siendo de carácter internacional.
De esta forma, se destaca el importante trabajo de innumerables peruanos y peruanas de diversas generaciones, que han contribuido a atender los requerimientos del Estado, en el ejercicio de la función pública, dando inclusive sus vidas para cumplir con su deber y vocación de servicio a la ciudadanía.
Dadas las difíciles condiciones actuales debido a la pandemia así como el difícil escenario originado por la recesión económica, esto sumado a los conflictos internacionales, es necesario recordar, que son los servidores públicos quienes con su esfuerzo permiten que se cumplan las políticas públicas en beneficio de los ciudadanos del Perú. Con su esfuerzo anónimo y desinteresado permiten una prestación rápida y efectiva de los servicios sanitarios que nuestros compatriotas requirieron para el cuidado de su salud, trabajando en primera línea de respuesta ante el COVID -19, hoy conducen el restablecimiento de la salud de miles de peruanos afectados. Su presencia fue clave para garantizar una respuesta efectiva a la crisis sanitaria, quedando registrado el compromiso con la elevada misión del servidor público, tanto del personal de salud, fuerza pública y de otros sectores comprometidos con esta misión.
En ese sentido enfatizamos el rol clave que tienen los directivos públicos y jefes de equipo pues son responsables de planificar, liderar a su personal, organizarlos y conducirlos por los mejores caminos en provecho de millones de peruanos que esperan lo mejor de su esfuerzo.
Aquel que ingresa a trabajar en la función pública, sabe que le espera muchos años de esfuerzo y dedicación absoluta, la cual pocas veces es reconocida por sus compatriotas. Servidores públicos caracterizados por su alta dedicación, a lo largo y ancho de nuestra patria, como es el caso de los esforzados maestros que ejercen la docencia en los centros poblados más recónditos de nuestras fronteras; abnegados policías y militares, cumpliendo funciones en la seguridad ciudadana y garantizando la defensa nacional, respectivamente; y no está de más recordar a nuestros médicos y enfermeros quienes desde mucho antes de la pandemia, son y serán el soporte de la salud en los caseríos y comunidades nativas más lejanas, así como en los grandes hospitales.
Cabe destacar que el bienestar de nuestro Estado es posible gracias al trabajo de miles de servidores públicos, por ello es un gran honor acompañarlos y sumarnos en la celebración de una de las vocaciones más importantes de la sociedad. El célebre escritor indio Rabindranath Tagore acuñó una frase inmortal que, mencionada en esta fecha, hace justicia a tantos servidores públicos: “Quien no vive para servir, no sirve para vivir”.
Thomas Jefferson, padre fundador de los Estados Unidos de Norteamérica, y tercer presidente de esa poderosa nación, no se equivocaba cuando afirmaba que: “Cuando alguien asume un cargo público, debe considerarse a sí mismo como propiedad pública” por lo cual y ya, desde hace más de 200 años, se comprende que el trabajo de un servidor público está ligado a la dedicación exclusiva en provecho y bienestar de los demás ciudadanos, porque al ofrecer su vida, tiempo y trabajo al Estado, lo hace por el bien común, tal cual declara el artículo 39 de nuestra Carta Magna al sostener que: “Todos los funcionarios y trabajadores públicos están al servicio de la Nación”. Por ello, un sincero reconocimiento a todos los servidores públicos en todos los confines de nuestro querido Perú.
Finalmente, expresar el correspondiente saludo a todos los señores y señoras oficiales, técnicos, suboficiales, oficiales de mar, docentes facilitadores y colaboradores civiles, quienes con su esfuerzo permiten que se cumplan los objetivos académicos de esta digna casa de estudios.
Autor: Mayor EP Dennis Begazo Curie