Hoy, 29 de mayo de 2021, se celebra en Perú el “Día del Servidor Público”, fecha que tiene como precedente la adopción de convenios suscritos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 1978, en que se reconoce a las y los trabajadores del Estado derechos inherentes para su desempeño, siendo de carácter internacional ya que es celebrado en diferentes fechas en Latinoamérica y en otros continentes.
Esta fecha es propicia para recordar y rendir un sincero homenaje a aquellos peruanos y peruanas que, en el ejercicio de su función pública, han dado todo, inclusive sus vidas, para cumplir con su deber y vocación de servicio a la ciudadanía.
En este actual escenario que afronta el país, honramos a los servidores públicos quienes participaron como la primera línea de batalla ante la pandemia de la COVID-19; con una prestación rápida y efectiva de los servicios sanitarios que nuestros compatriotas requieren para el cuidado de su salud. Su presencia es clave para garantizar una respuesta efectiva a la crisis sanitaria, así como para diseñar estrategias y planes para mitigar su impacto.
También conmemoramos al personal del Estado en general a quienes les expresamos nuestro profundo agradecimiento y deuda por sus extraordinarios actos de servicio, lo cual nos lleva a reflexionar sobre la mejor forma de brindarles protección, y de ofrecerles nuestro reconocimiento así como invertir en su bienestar a medida que emprendamos el retorno a la normalidad.
Hay que destacar, que el bienestar de nuestro Estado es posible gracias al trabajo de miles de servidores públicos comprometidos, por ello es un gran honor acompañarlos y sumarnos en la celebración de una de las vocaciones más importantes de nuestra sociedad, que permite servir a nuestra población, el comprender a la ciudadanía en sus necesidades y servicios diarios que se transforman en actos cotidianos ya sea salvando una vida, en el aula de clases, velando por la seguridad de nuestras familias o solucionando un trámite.
Como servidores públicos, podemos transformar y cambiar vidas. Por eso es fundamental que ese actuar siempre sea ético, con eficiencia y sobre todo con mucha sensibilidad para brindar una atención de calidad a los ciudadanos.
En ese sentido enfatizamos el rol clave que tienen los directivos públicos y jefes de equipo, porque son responsables de liderar a su personal, organizarlos y velar también por la salud de quienes tienen a su cargo.
Igualmente, debemos mantenernos vigilantes ante los escenarios que se presenten para adaptar rápidamente a nuestros equipos y formular las respuestas más adecuadas durante la situación de excepción que vive el país.
Finalmente, hacemos extensivo el saludo, con especial atención a las y los oficiales, técnicos, sub oficiales, oficiales de mar, docentes facilitadores y colaboradores civiles de la Escuela Conjunta de las Fuerzas Armadas, servidores públicos que día a día enaltecen nuestra prestigiosa institución académica.
Mayor EP Yiselda Cabrera León