LOS HÉROES DE LA PACIFICACIÓN NACIONAL DE LA FUERZA AÉREA DEL PERÚ

En mérito de rendir homenaje a los héroes de la pacificación nacional de la Fuerza Aérea del Perú, tenemos que referirnos necesariamente al contexto histórico del sacrificio de sus vidas, ofrendada en aras de preservar la paz y el pleno ejercicio de los derechos y libertades individuales de todos los peruanos.

Fue en el mes de mayo de 1980 que el grupo terrorista denominado Sendero Luminoso, encabezado por Abimael Guzmán Reynoso, dio inicio a un movimiento subversivo en el Perú con la finalidad de tomar el poder e implantar un sistema comunista como forma de gobierno. A partir de esa fecha se produjeron acciones terroristas a nivel nacional, las mismas que fueron controladas por el accionar de las fuerzas del orden de acuerdo a la normativa legal que fue dispuesta por los diferentes gobiernos de turno; dando lugar a su derrota militar en el año de 1992, con la captura del cabecilla Abimael Guzmán R. en septiembre del mismo año.

A consecuencia del fracaso de los grupos terroristas Sendero Luminoso (SL) y el Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) y luego de la captura de sus principales cabecillas; surge en el Perú una insurgencia narcoterrorista. A partir del año 2001, remanentes terroristas de estos grupos se negaron a dejar las armas y optaron por aliarse con narcotraficantes que operan en la región denominada VRAEM (Valles de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro) con el propósito de financiar sus actividades. Dicha insurgencia se caracteriza por ser una guerra de baja intensidad que, actualmente, el Estado peruano continúa haciéndole frente, y que, lamentablemente, sigue produciendo bajas en ambos bandos, sobre todo en la población civil.

En el año 2009 el Componente Aéreo se encontraba conformado por el destacamento de helicópteros de los Grupos Aéreos N° 2 y 3, Aviación del Ejército y personal de la Fuerza Aérea del Perú desplegado en el Fuerte Pichari. Este componente realizaba operaciones aéreas relacionadas con: transporte logístico, despliegue y recuperación de la fuerza de combate, apoyo a las fuerzas de superficie (CAS), rescate en combate (CSAR), entre otras.

En el mes de septiembre, en el marco de esta guerra de baja intensidad y, en cumplimiento de sus tareas operativas asignadas, el comandante del Comando Especial VRAEM, le asignó a este componente aéreo la misión de realizar una operación de recuperación de una patrulla del Ejército la cual había sido emboscada el día 1 de septiembre en Sinaycocha, a 3500 metros de altura; como resultado de la misma, tenía a tres de sus miembros gravemente heridos. La misión incluía al mismo tiempo la tarea de ejecutar el repliegue de dos patrullas de 15 integrantes cada una, que habían quedado aisladas como resultado del accionar subversivo. Para el cumplimiento de la misma asignaron dos helicópteros MI -17 de la Fuerza Aérea.

 Al día siguiente, 2 de septiembre, en Pichari, siendo alrededor de las 16:00 horas, el Mayor FAP Ángel Vejarano Pacheco, encargado de la operación de rescate, decidió reiniciar la misión asignada, teniendo en consideración que las condiciones del tiempo no habían sido buenas durante la mañana del mismo día. La operación encomendada había sido planificada para que al llegar al lugar en el cual se tenía que efectuar el rescate, el helicóptero guía MI-17 FAP 640, debería descender en tanto que el segundo helicóptero MI-17 FAP 614 debería cubrirlo mediante fuegos de cobertura, dando seguridad a la operación. Es en estas circunstancias y siendo aproximadamente las 17:30 horas, que los delincuentes terroristas atacaron cobardemente al helicóptero guía, ocasionando su abrupta caída y, consiguientemente, la muerte de la tripulación. El Comandante Vejarano y su tripulación conformada por el Comandante FAP Jorge Sánchez Pérez y el Técnico de Segunda FAP Carlos Caicedo Castro, entregaron sus vidas en defensa de nuestra patria, cumpliendo con honor y sacrificio la misión asignada y dejando un ejemplo y legado para las siguientes generaciones.

Su sacrificio no ha sido en vano. El pueblo peruano ha reconocido su entrega y valor para cumplir una tarea que implicaba poner en riesgo sus propias vidas en aras de salvar la de sus camaradas de armas. Tan grande desprendimiento solo es propio de hombres de bien y de espíritus que trascienden los valores más elevados del alma humana. La memoria histórica de nuestra nación los recuerda, por este motivo, como los “Héroes de la Pacificación en el Perú”.

Autor: Contralmirante (r) Eloy Ledesma Rebaza, docente facilitador ESCOFFAA.

Referencia bibliográfica:

ZUZUNAGA OBLITAS, H. H. (2018). RESCATE EN SINAYCOCHA. Pensamiento Conjunto, 6(1), 4. Recuperado a partir de http://www.pensamientoconjunto.com.pe/index.php/PC/article/view/91

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