Día de la Marina de Guerra del Perú y Combate de Angamos

El 8 de septiembre de 1820 el ejército libertador al mando de José de San Martín desembarcó en la playa de Paracas, cerca del puerto de Pisco, a fin de realizar una serie de eventos que buscarían materializar la independencia del Perú; sin embargo, luego de muchos intentos de negociación o de una salida diplomática a un conflicto, esto no se pudo lograr.

Es así que el General José de San Martín ocupó Lima y, posteriormente, reunió un cabildo el 15 de julio de 1821. El 28 de ese mes, ante una multitud concurrida en la Plaza de Armas de Lima, declaró la Independencia del Perú y fue nombrado Protector del Perú con autoridad civil y militar.

Ese mismo año, el 8 de octubre, crea la Marina de Guerra del Perú, entre otros ministerios, siendo su primer Comandante General el entonces capitán de navío Martín George Guise, quien tuvo a su cargo la tarea de organizarla.

La Marina de Guerra del Perú, con el devenir de los años, se afianzó mediante la adquisición de una serie de unidades, consolidándose en el continente americano como una marina pujante, hasta que sucedió un hecho de trascendental importancia. Un 27 de julio de 1834, nació en el departamento de Piura Don Miguel Grau Seminario, personaje que, al transcurrir del tiempo, se convertiría en paradigma de la peruanidad y heroísmo. Grau, antes de cumplir los veinte años, inició su brillante carrera en la armada como guardiamarina, institución en la que se llenaría de gloria, y de donde adquirió su gran experiencia marinera para luego destacar como líder y estratega.

La primera nave en enarbolar el pabellón nacional fue la goleta Sacramento, capturada el 17 de marzo de 1821 por los hermanos Victoriano y Andrés Cárcamo, y rebautizada Castelli. Posteriormente se incorporaron más naves. A partir de ese momento, por muchos años vendría una serie de conflictos con las fuerzas realistas, así como la guerra con la Gran Colombia (1828 – 1829), la Guerra entre la Confederación Peruano-Boliviana y Chile (1836-1839), el Conflicto con el Ecuador (1857-1860), el Conflicto con España (1864-1866), entre otros, siendo uno de los más importantes el Combate de Angamos. Este conflicto que aconteció, en el año 1879, devino de la declaratoria de guerra al Perú por el gobierno de Chile, por lo que el gobierno peruano tomo las medidas necesarias para organizar los buques de su escuadra, hacer los pertrechos correspondientes y organizar la formación y adiestramiento de las tripulaciones.

En abril de 1879, declarada la guerra, Miguel Grau pide licencia parlamentaria para reincorporase a la Armada y le es asignado el comando del Monitor Huáscar, buque al que tanto conocía y que, pese a las carencias de esa emblemática unidad, estaba orgulloso de comandar.

Grau citaría: “el Huáscar, si llegase el caso, cumplirá con su deber, aun cuando tuviera la seguridad de su sacrificio”. Y así lo demostró; mientras la historia lo registró en sus páginas imperecederas.

Es así que, luego de una serie de acontecimientos, el Huáscar se enfrentó en desventaja a varias unidades enemigas; luego, trágicamente, un proyectil proveniente del Buque chileno Cochrane impactó en la torre de mando del buque peruano a las 09:50 horas del día 8 de octubre. En 1879 fallece el almirante Miguel Grau Seminario, hecho que lo llevó a la inmortalidad.

Por ello, cada 8 de octubre, no solo celebramos el día de la Marina de Guerra del Perú, si no que por coincidencia del destino, se rinde homenaje al almirante Miguel Grau Seminario y a su valiosa tripulación quienes no dudaron en ofrendar su vida en defensa de la patria durante el Combate de Angamos.

Miguel Grau, al mando del monitor Huáscar, entregó su vida y su honor en un célebre acontecimiento para nuestra historia, la figura de Grau representa para miles de peruanos los valores que admiramos, como: el honor, la caballerosidad y la valentía.

Como dijera el historiador peruano Jorge Basadre: “Miguel Grau Seminario fue un hombre comprometido con su tiempo, con su país y sus valores. Fue honesto y leal con sus principios, defendió el orden constitucional y fue enemigo de las dictaduras. El héroe de Angamos siempre estuvo en la línea de afirmación de las normas morales y las tradiciones de la República. Honrado en el camarote y en la torre de mando, lo es también en el salón y en el hogar”.

El almirante Miguel Grau, fue epítome de patriotismo, su entrega y valor –aun conociendo las limitaciones y desventajas por las que padecía su emblemática unidad– no dudó ni un segundo en cumplir con su deber en defensa de la patria; su inmolación no quedó olvidada. Los marinos de hoy quienes vestimos el uniforme de la Institución, hemos juramentado “Seguid su Ejemplo”, consigna que hemos mantenido durante toda la carrera y, la seguiremos manteniendo hasta el fin de nuestros días. Su sacrificio no fue en vano.

Autor: capitán de navío Hugo Razzeto del Carpio

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