La fecha jubilar del servidor público merece un día de profunda reflexión, tal como lo sentencia Ramón Castilla sobre el laberinto en que vivía el país, y que hoy, está en su máxima expresión. Un servidor público es la herramienta humana, que a nombre del Gobierno, cumple de manera remunerada, una tarea de interrelación con la sociedad, con el fin de alcanzar el bien común o, más concreto, generar el bienestar en la sociedad.
Tal servicio, lo dan las altas autoridades que tienen responsabilidad de la dirección política del país donde la base está en la gobernabilidad que se logre como Estado y sociedad; luego están los funcionarios que cumplen roles de dirección en los diferentes niveles de la administración pública y finalmente los propios servidores públicos cuyo servicio se da en funciones administrativas de oficio o mecánicas, y en particular, de aquellas que se dan de manera directa en interrelación con la sociedad.
De un análisis crítico-realista, en los 202 años de vida republicana, las autoridades políticas y funcionarios, se han visto involucradas en actos de corrupción, robo, y hasta traición a la patria, salvo dignas excepciones, dichas acciones han conducido a la dura y preocupante realidad que se vive actualmente, con grave daño a nuestra imagen internacional como país; sin embargo, la responsabilidad también alcanza a los servidores públicos, quienes en su labor ejecutante y más aún, en su relación directa con la sociedad, han contaminado a sus integrantes cayendo en un círculo de corrupción el cual es necesario romper. El laberíntico problema en el que se desenvuelve el servicio público, desde la gobernabilidad hasta la diaria atención en ventanilla, es de índole ética, moral y de valores sociales, cada uno con su grado de responsabilidad.
En el ámbito militar, los servidores públicos no solo tienen como autoridad política al Ministro de Defensa, también cuentan con los Comandos institucionales quienes tienen responsabilidad directa sobre las acciones y operaciones militares, sobre la administración financiera que permita el buen cumplimiento de la misión y el bienestar de la familia militar; de otro lado, están los que cumplen la tarea administrativa o ejecutante y finalmente los jóvenes oficiales, técnicos y tropa del servicio militar quienes actúan directamente para o con la sociedad. Los servidores públicos, en general, tienen responsabilidad ante el país, ante la sociedad, ante el propio personal de compañeros, quienes finalmente, son los jueces y críticos de la labor de servicio que debe darse transparentemente, en forma adecuada y oportuna.
Autor: Coronel EP (R) Tomás Delgado Arenas. Doctor en Educación y docente facilitador de la ESCOFFAA.