El 7 de junio de 1880, ocurrió uno de los episodios más significativos de la denominada Guerra del Pacifico entre Perú y Chile, con enorme repercusión en la historia y cultura tanto del Perú como del mundo: la batalla de Arica. Más allá de considerarse una victoria militar del adversario, este hecho alcanzó un profundo significado simbólico, donde se evidenció que un ejército inferior en recursos y medios podía enfrentarse con valentía a un enemigo claramente superior. En ese contexto, el verdadero patriotismo adquirió especial relevancia aflorando las más altas virtudes morales, cívicas y humanas. Aquella mañana del 7de junio de 1880, la plaza de ARICA no se rindió.
Tras la batalla del Alto de la Alianza, el ejército chileno marchó hacia el sur motivado por razones militares, logísticas, económicas y de transporte. Todas estas necesidades podían satisfacerse si se tomaba un punto estratégico: la plaza de Arica, destacada por la presencia del Morro, gigantesca mole que se erguía como un coloso y celoso guardián de la ciudad. Este lugar se convirtió en símbolo de la Guerra del Pacífico y fue escenario del último gran combate entre las fuerzas peruanas y chilenas en el extremo sur del Perú.
La plaza de Arica representaba el último bastión de las provincias del sur aún en manos peruanas tras las derrotas en las campañas de Tarapacá y Tacna. Defendida por 1600 peruanos, fue asaltada por una fuerza chilena de más de 6000 efectivos, el adversario era superior en una proporción de 4 a 1. La batalla fue feroz y sangrienta, murieron cerca de 900 defensores peruanos, entre ellos se encontraría el Jefe de la Plaza, el Coronel Francisco Bolognesi y varios oficiales como Juan Guillermo More Ruiz, José Joaquín Inclán, Ricardo O ‘Dónovan, Francisco Cornejo, Alfonso Ugarte, Ramón Zavala y Justo Arias Aragüés, entre otros. También se recuerda al joven cabo Alfredo Maldonado, que hizo estallar un polvorín sacrificando su vida, y al Sargento Armando Blondel, quien cayo defendiendo el pabellón nacional. Cabe señalar que el número de víctimas se incrementó, ya que muchos heridos y prisioneros fueron fusilados ese mismo día por el ejército chileno.
Los sucesos de la batalla estuvieron precedidos por un acto que, ante el mundo, simbolizó el sacrificio, el honor, la lealtad, la abnegación y la valentía de un grupo de hombres que, conscientes de la superioridad de las fuerzas adversarias invasoras, quienes tácticamente los rodeaban por mar y tierra, estratégicamente aislados de su sede central, decidieron enfrentarlo a pesar de las condiciones extremadamente desventajosas.
Aquella mañana, esos bravos combatientes se convirtieron en hijos preclaros de del Perú. Su sangre derramada, un crisol fundido con la propia tierra, fue elevada con la de muchos mártires que los precedieron. El Morro de Arica se transformó en un verdadero altar de la patria, donde cientos ofrendaron su vida, cuyo espíritu, cuya alma, solo vislumbraba la defensa de su amado territorio.
El historiador Eduardo Arriagada Aljaro (2025), de la Academia de Guerra del Ejercito de Chile, escribió al respecto:
“La resistencia de los peruanos fue ejemplar, destacando la conducta heroica del jefe de la plaza de Arica, Coronel Francisco Bolognesi, quien falleció en este hecho de armas, junto a muchos de sus oficiales, clases y soldados. La determinación de aquel jefe peruano de no rendirse quedó plasmada en el siguiente telegrama enviado unos días antes de este hecho de armas:
Arequipa, junio 5 (noche). Señor Prefecto de Ica: Sírvase Vuestra Señoría trasmitir a Su Excelencia, el Jefe Supremo, lo que sigue: «Con esta fecha recibo telegrama de Arica. Prefecto Arequipa: Parlamento enemigo intima rendición. Contesto, previo acuerdo de los jefes: “Resistiremos hasta quemar el último cartucho”. Bolognesi.”
Por su parte, el historiador Gonzalo Bulnes (1914), en su obra “Guerra del Pacifico, (de Tarapacá a Lima) señala:
“El Jefe de la plaza era el Coronel Don Francisco Bolognesi; su Jefe de Estado Mayor, el Coronel don Manuel C. de la Torre; Capitán del Puerto, el oficial de marina Don Eduardo Raigada. Estos nombres son dignos del respeto del adversario y de la gratitud de sus conciudadanos. Entre ellos merece una mención especial Bolognesi, el Jefe de la plaza. Bolognesi fue: un gran patriota, tiene la característica de los hombres superiores, no salen de su boca ni de su pluma palabras destempladas, ni balandronadas pueriles. Es culto y atento con el enemigo. Cuando el patriotismo se envuelve en un manto de modestia, el hombre desaparece ante la idea que lo alienta y su sacrificio toma un carácter impersonal. Así le sucedi6 a Grau y le sucederá a Bolognesi”.
Hoy se conmemora el centésimo cuadragésimo quinto (CXLV) aniversario de la Batalla de Arica. La historia y tradición también recuerdan que la bandera peruana fue defendida tenazmente por bravos combatientes, como lo hiciera el Coronel Alfonso Ugarte, quien, envuelto en la enseña nacional, se arrojó desde lo alto del Morro a caballo para evitar que esta cayera en manos del enemigo.
En memoria de todos los peruanos caídos en Arica, cada 7 de junio se celebra el Día de la Renovación del Juramento de Fidelidad a la Bandera. Según Decreto Supremo del 23 de julio de 1923 (durante el Oncenio del presidente Augusto B. Leguía) se estableció que el 7 de junio de cada año se conmemore la ceremonia central ante el monumento a Francisco Bolognesi en la plaza de su nombre, inaugurada en Lima, en 1905.
Este juramento se renueva todos los años con personal de las Fuerzas Armadas al pie del monumento a Bolognesi, en él se reafirma el compromiso del soldado peruano de defender a su bandera hasta perder la vida.
Honor y gloria a los combatientes peruanos caídos en el Morro de Arica defendiendo los sagrados intereses del Perú.
¡Viva el Perú!
Autor: Coronel (R) Enrique Aguilar Dolorier, docente facilitador de la Escuela Superior Conjunta de las Fuerzas Armadas.
Bibliografía
- Arriagada Aljaro, E. (2025). Asalto y toma del Morro de Arica, Academia de Historia Militar del Ejército de Chile. Recuperado el 5 de junio de 2025, de: https://www.academiahistoriamilitar.cl/academia/asalto-y-toma-del-morro-de-arica-2/
- Bulnes, G. (1914). Guerra del Pacífico (De Tarapacá a Lima). Sociedad Imprenta y Litografía Universo, p. 362.