El 27 de agosto de cada año se conmemora el “Día de la Defensa Nacional”, celebrando la reincorporación de Tacna a nuestro territorio y rindiendo homenaje a la encomiable labor de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del Perú, encargadas de velar por la integridad territorial, seguridad y defensa de nuestro país.
El Día de la Defensa Nacional fue instaurado mediante Ley N° 25005 de fecha 20 de enero de 1989, siendo Presidente de la República el Dr. Alan García Pérez y Ministro de Defensa el General de División Enrique López Albújar Trint, quien en 1987 había sido Comandante General del Ejército, y posteriormente asesinado por delincuentes terroristas del MRTA, el 9 de enero de 1990, en un acto de cobardía.
La Constitución Política del Perú establece que el Estado garantiza la seguridad de la Nación mediante el Sistema de Defensa Nacional. Este sistema es integral y permanente, desarrollándose en los ámbitos interno y externo; toda persona, natural o jurídica, está obligada a participar en la Defensa Nacional conforme a Ley. La dirección, preparación y el ejercicio de la Defensa Nacional, se realiza a través de este sistema, el cual es conducido por el Presidente de la República e integrado por el Consejo de Seguridad Nacional, el Sistema de Inteligencia Nacional, el Sistema Nacional de Defensa Civil, los ministerios, organismos públicos y gobiernos regionales.
La soberanía, independencia e integridad territorial están garantizadas por nuestras Fuerzas Armadas; la Policía Nacional brinda protección a la población, al patrimonio y garantiza el cumplimiento de las leyes; sin embargo, estas no son las únicas instituciones comprometidas con la Defensa Nacional. De acuerdo al Capitán de Navío (r) Fernando Valeriano-Ferrer González, en su libro “Apuntes sobre Defensa Nacional”, señala que “también supone la participación y coordinación de los otros organismos del Estado y las denominadas fuerzas vivas de la Nación, para alcanzar los objetivos que aseguren la satisfacción global de las necesidades permanentes del Estado”. En este contexto, el Estado y la sociedad en su conjunto tienen la incansable labor de contribuir a través del cumplimiento de las leyes, preservando la paz, trabajando por el desarrollo y fortaleciendo nuestros valores como peruanos. Todo ello afirmará nuestra Seguridad y Defensa nacional.
El fin supremo de la Defensa Nacional, es preservar la paz y el bienestar de su pueblo, para lo cual, se deben fortalecer el valor y respeto a nuestro país, sus símbolos y las instituciones que lo conforman, promoviendo nuestra identidad nacional y la cohesión como peruanos. Debemos mantener incólumes nuestros principios y conocer nuestros deberes y obligaciones para con la Defensa Nacional, no debemos permitir que factores internos o externos mermen o nos coaccionen a resquebrajar nuestra unión y patriotismo como integrantes de una sola nación.
En la conmemoración del nonagésimo segundo aniversario de la reincorporación de la ciudad de Tacna al territorio peruano, recordemos este histórico episodio con profundo patriotismo y reconozcamos el valor y vínculo inquebrantable que el pueblo tacneño mantuvo durante tantos años con el Perú.
Autor: Capitán de Corbeta Luis Llanos Debernardi.